REFLEXIÓN: Volveré - Juan 20-1-9


 Volveré


Jesús, al dejar perfectamente doblado el sudario, envió un mensaje maravilloso, en el lenguaje de las costumbres judías de la época.
Una mesa servida y decorada por el criado, el cual esperaba fuera de la vista de su amo.
Este criado no toca la mesa hasta que su amo haya terminado.

Si el amo termina de comer, toma la servilleta, se limpia con ella y hace un doblez desordenado, un nudo, y la deja en el lado derecho de la mesa.

En cambio, si sólo se ha tomado una pausa, deja la servilleta doblada, indicando que volverá a la mesa.

Ese lienzo doblado, envía un mensaje maravilloso, hasta nuestros días, una promesa que nos recuerda: “Volveré”.

Juan 20:1-9
El primer día de la semana, María Magdalena fue de mañana, siendo aún oscuro, al sepulcro; y vio quitada la piedra del sepulcro. 2 Entonces corrió, y fue a Simón Pedro y al otro discípulo, aquel al que amaba Jesús, y les dijo: Se han llevado del sepulcro al Señor, y no sabemos dónde le han puesto. 3 Y salieron Pedro y el otro discípulo, y fueron al sepulcro. 4 Corrían los dos juntos; pero el otro discípulo corrió más aprisa que Pedro, y llegó primero al sepulcro. 5 Y bajándose a mirar, vio los lienzos puestos allí, pero no entró. 6 Luego llegó Simón Pedro tras él, y entró en el sepulcro, y vio los lienzos puestos allí, 7 y el sudario, que había estado sobre la cabeza de Jesús, no puesto con los lienzos, sino enrollado en un lugar aparte. 8 Entonces entró también el otro discípulo, que había venido primero al sepulcro; y vio, y creyó. 9 Porque aún no habían entendido la Escritura, que era necesario que él resucitase de los muertos.



Este articulo es de exclusiva responsabilidad de su autor: Alejandra Araya. lee mas sobre este Autor

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