reflexión: La protección de Dios



La creación de la penicilina en 1928 por Alexander Fleming, (con la que ganó el premio nobel en 1945), fue un invento maravilloso que ha evitado innumerables muertes en el terreno de las enfermedades infecciosas.

Pero antes de eso, siempre hubo unos agentes silenciosos, que trabajaban haciendo el trabajo de defensa de infecciones: los glóbulos blancos.
Una dotación qué Dios le dio al hombre para protegernos. Ellos han trabajado silenciosamente, y no sabemos de cuantas enfermedades nos ha librado.

Así trabaja Dios, El siempre trabaja para cuidarnos. En silencio, tras la cortina.
¿Cuantas veces que desconocemos, Dios nos ha protegido? De accidentes, de caídas, de robos, etc, etc. Pero cuando algo nos pasa, (permitido por Dios), decimos: "¿Donde estaba Dios?" No debemos contar solo las caídas y cuestionar la presencia y protección de Dios, ya que no sabemos cuantas veces El nos ha protegido en silencio. Que nuestras alabanzas sean más que nuestras peticiones.

Salmos 18:30-32 
El camino de Dios es perfecto. Todas las promesas del Señor demuestran ser verdaderas. Él es escudo para todos los que buscan su protección.

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