Un corazón santo es el que Dios Aprueba


Este es un extracto de la predicacion del dia: 15-07-2018
Para que sean afirmados vuestros corazones, irreprensibles en santidad delante de Dios nuestro Padre, en la venida de nuestro Señor Jesucristo con todos sus santos. (1 de tesalonicenses 3:13 -RVR 1960 ).

Que los fortalezca interiormente para que, cuando nuestro Señor Jesús venga con todos sus santos, la santidad de ustedes sea intachable delante de nuestro Dios y Padre. (1 de tesalonicenses 3:13 - NVI).

Para dar comienzo a este sermón me es necesario hacerles primeramente la siguiente pregunta ¿Qué es el corazón del hombre según Dios?
Definamos entonces que dice la biblia sobre el corazón del hombre.

La biblia define al corazón como el centro; “sobre toda cosa guardada, guarda tu corazón: porque de el mana la vida”. (Proverbios 4:23).

Desde la perspectiva bíblica, el corazón abarca la totalidad del intelecto, las emociones y la voluntad.

Entonces
¿Cuál es el intelecto del hombre? 

Es la facultad de la mente que permite aprender, entender, razonar, tomar decisiones y formarse una idea determinada de la realidad.

Ejemplos:
El hombre medita en su corazón. (Salmos 19:14). “Sean gratos los dichos de mi boca y la meditación de mi corazón delante de ti,Oh Jehová, roca mía, y redentor mío”.

Guarda los dichos de Dios en su corazón. (Salmos 119:11). “En mi corazón he guardado tus dichos, para no pecar contra ti”. 

Maquinan males en su corazón. (Salmos 140:2). “Los cuales maquinan males en el corazón, cada día urden contiendas”. 

Estas acciones del corazón tienen directa relación con la mente.

Ahora definamos que son las emociones en el hombre.

Las emociones son reacciones que todos experimentamos: alegría, tristeza, miedo, ira, enojo etc.

Veamos cómo se manifiestan en el corazón del hombre las emociones según la biblia:

Ejemplo: 
Un corazón alegre. (Jeremías 15:16). “fueron halladas tus palabras, y yo las comí; y tu palabra me fue por gozo y por alegría de mi corazón; porque tu nombre se invocó sobre mí, oh Jehová Dios de los ejércitos”.

Un corazón contrito. (Salmos 51:17). “Los sacrificios de Dios son el espíritu quebrantado;Al corazón contrito y humillado no despreciarás tú, oh Dios”.

Un corazón afligido. (Lamentaciones 2:18). “El corazón de ellos clamaba al Señor;Oh hija de Sion, echa lágrimas cual arroyo día y noche;No descanses, ni cesen las niñas de tus ojos”. 

Por último, el corazón en la voluntad humana.

Una rápida definición dice que la voluntad es la intención de hacer algo, significa también libre albedrio.

Veamos en la biblia como se manifiesta la voluntad del hombre:

El corazón que procura hacer la voluntad de Dios. (1 Samuel 2:35). “yo me suscitaré un sacerdote fiel, que haga conforme a mi corazón y a mi alma; y yo le edificaré casa firme, y andará delante de mi ungido todos los días”. 

El corazón que desea recibir del señor. (Salmos 21: 1-2). “El rey se alegra en tu poder, oh Jehová; Y en tu salvación ¡cómo se goza! Le has concedido el deseo de su corazón, Y no le negaste la petición de sus labios”. 

El corazón endurecido que se niega a hacer lo que Dios ordena. (Éxodo 4:21). Y dijo Jehová a Moisés: Cuando hayas vuelto a Egipto, mira que hagas delante de Faraón todas las maravillas que he puesto en tu mano; pero yo endureceré su corazón, de modo que no dejará ir al pueblo.

Bueno ahora que tenemos ya entendido a que refiere la palabra de Dios cuando habla del corazón del hombre, retomaremos nuestro versículo principal de nuestro sermón.

(1 Tesalonicenses 3:13). “Para que sean afirmados vuestros corazones, irreprensibles en santidad delante de Dios nuestro Padre, en la venida de nuestro Señor Jesucristo con todos sus santos”.

 Podemos analizar en este versículo que cuando nuestro señor Jesucristo venga en su segunda venida por su iglesia amada, vendrá por corazones guardados en santidad delante de Dios nuestro padre. Entonces, debemos reflexionar como preparo en santidad mi corazón, que debo hacer, que debo cambiar, que debo afirmar con más fuerza en mi corazón, en mí ser interior.

Es aquí donde debemos analizar cómo esta nuestro corazón. ¿Tenemos pensamientos de bien o de mal? ¿Dudamos acerca de Dios en nuestro corazón? (nuestro intelecto). ¿Vivimos con alegría? ¿Vivimos con tristeza? (nuestras emociones)¿Estamos procurando hacer la voluntad de Dios? ¿Estamos endurecidos y no queremos obedecer la voluntad de Dios? (nuestra voluntad).

 Vivir en santidad, procurar la santidad, buscar la santidad es indispensable para poder lograr la meta que es la salvación de nuestra alma. Para poder un día ver cara a cara a nuestro señor y vivir por la eternidad junto a él.

 “Seguid la paz con todos, y la santidad, sin la cual nadie verá al Señor”. (Hebreos 12:14).

Analicemos por algunos minutos un tema que tiene también su cierto grado de importancia que es la mal “llamada santidad externa”.
Porque mal llamada, yo les pregunto bajo qué criterios o modelos podemos definir una forma de vestir o aparentar externamente, si las enseñanzas de la biblia sobre la santidad se enfoca en su mayor grado a enseñar sobre la santidad del corazón, la de nuestro interior. Alguno dirá, hay muchas enseñanzas que podemos tomar para dar ejemplos sobre la santidad externa. Por eso vamos a tomar un versículo que comúnmente se toma para estos casos.

(1 Pedro 3: 3-4). “vuestro atavío no sea el externo de peinados ostentosos, de adornos de oro o de vestidos lujosos, Sino el interno, el del corazón, en el incorruptible ornato de un espíritu afable y apacible, que es de grande estima delante de Dios. 

Lo que vemos aquí sin duda es que se le da prioridad o mayor importancia, relevancia a un ornato del corazón, del interior de la mujer por sobre el ornato exterior.

  •  ¿Entonces tanto el hombre como la mujer no deben preocuparse de su apariencia externa
  • ¿Podemos llegar a un consenso y definir cómo debo aparentar, vestir o que ropa debo utilizar
  • ¿Cómo hago de esta enseñanza algo universal para todo el mundo, para todos los cristianos, para cristianos viviendo en distintas culturas?

 La respuesta sigue estando en la palabra de Dios.
Veamos que dice (1 de Timoteo 2:9). “Asimismo que las mujeres se atavíen de ropa decorosa, con pudor y modestia”.

Decoro, pudor y modestia son los principios universales que debemos aplicar ya que estos están alojados y han nacido en el corazón del hombre y la mujer que verdaderamente está esforzándose por vivir una vida en santidad para Dios.

Es por eso la importancia de enfocar nuestra atención, primeramente en lo que hay en el corazón, en el interior del ser humano.

¿Qué les dijo Jesús en una oportunidad a los fariseos?

Veamos (Mateo 23:26). !!Fariseo ciego! Limpia primero lo de dentro del vaso y del plato, para que también lo de fuera sea limpio.

He aquí la respuesta precisa para poder afirmar que la finalidad de la enseñanza y doctrina del evangelio va enfocada primordialmente al corazón del hombre, de donde nacen los buenos y los malos pensamientos.

Para terminar vamos a ir a un pasaje muy hermoso de la biblia cuando David es ungido por el profeta Samuel para ser el sucesor de Saúl, ungido para ser el rey de Israel.

(1 de Samuel 16:7). “Y Jehová respondió a Samuel: No mires a su parecer, ni a lo grande de su estatura, porque yo lo desecho; porque Jehová no mira lo que mira el hombre; pues el hombre mira lo que está delante de sus ojos, pero Jehová mira el corazón”. 

David fue elegido por Dios para ser rey por lo que había en su corazón, sin duda una vida en santidad que agradaba a Dios.

 Samuel se estaba dejando llevar por las apariencias, pero Dios lo reprueba y le dice que jehová no mira lo que mira el hombre sino mira lo que hay en su corazón, en su ser.

David era un hombre de buen parecer físicamente, pero no cumplía los requisitos según lo que buscaba encontrar el hombre. El rey tenía que ser hombre de guerra, contextura física de guerrero, preparado en todas armas, mas Dios lo había elegido porque conocía su corazón y eso era más importante que cualquier otra cosa.

Aprendamos a pesar a las personas por sus corazones, por su interior por su esencia y no por su apariencia. Como vemos las apariencias muchas veces engañan, si aprendemos a discernir los corazones, podremos también amar libremente y sin duda a través de ese amor muchos serán sanados, restaurados y vendrán a los brazos de Jesús.

 La gracia de nuestro señor Jesucristo sea con todos vosotros, amen.
Este articulo es de exclusiva responsabilidad de su autor: Benito Navarrete. lee mas sobre este Autor

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