Nadie sobra - “id por todo el mundo y predicar el evangelio a toda criatura”
Hay una gran necesidad dentro de las congregaciones de servir de algún modo a Dios, pues cuando aceptamos a Cristo en nuestra vida no podríamos ignorar nuestro primer y principal mandamiento con respecto a la salvación que es “id por todo el mundo y predicar el evangelio a toda criatura” seguramente nuestra primera actitud frente a la salvación redentora de nuestro salvador Jesucristo seria retribuir de alguna manera o forma esta gran salvación y eso sería justo, no para darnos alguna idea de poder pagar eso, porque la salvación es gratuita e incalculable, pero sí actuar como personas agradecidas, perdonadas, gozosas de poder trabajar en ganar almas en territorio enemigo, ese sería el ideal de todo cristiano, independiente del talento, y dones que la persona tenga, o pueda ejercer. Pero, en ocasiones no ocurre así, y pasa que cuando alguien en evidencia es cristiano muchas veces es opacado y censurado por el cómo se ve, como debe ser en su casa, cuál será su comportamiento, etc. Y este juicio solo se da por su imagen, y este tipo de personas pasan a un lugar y un grupo de determinadas personas dentro de una congregación que yo llamo “los sobrantes” que para mí no tienen nada de sobrantes, solo son mal utilizados o no son utilizados.
Es verdad que cada cristiano tiene un proceso de crecimiento pero cuando ese cristiano no se ocupa para una labor empieza a sentirse rechazado, que no sirve para nada, que no está a la altura de nadie, simplemente se siente menoscabado porque ve como la congregación trabaja o algo hace y EL no está siendo de utilidad para nadie ni nada.
Me llama profundamente la atención por qué hay líderes que no ocupan los recursos que Dios les manda para llamar a más gente al arrepentimiento, hay una variedad tremenda de trabajos dentro y fuera de una congregación pero muchos líderes no ven eso. Yo no digo que se ponga a alguien de líder que no haya pasado por un proceso de crecimiento espiritual , pero para cada etapa hay también un trabajo, nadie sobra, todos somos útiles para trabajar en la obra redentora de Jesucristo, pues “somos un cuerpo en Cristo Jesús llamados para buenas obras las cuales Dios preparo de antemano para que nosotros anduviésemos en ellas” nadie tiene que sentirse menos que otro a menos que esa misma persona lo permita, porque hemos sido comprados por la misma bendita sangre y si hay cristianos que no quieran hacer nada por Dios o por su obra, es porque aún no han comprendido la obra redentora del salvador de este mundo, Jesucristo.
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